​​Se escribe mucho sobre los aspectos técnicos de la fotografía. Hay muchos cursos, libros y artículos sobre diferentes tipos de cámaras, equipos, qué configuraciones usar en diversas situaciones fotográficas, recetas para componer, crear fotos bellas, interesantes y, por supuesto, muchos "consejos y trucos" para lograr efectos dramáticos.

Por otro lado, se escribe muy poco sobre cómo trabajar con los ojos, la mente y el corazón para producir obras de arte; o cómo la fotografía se puede utilizar para ampliar tu visión y tu apreciación del mundo.

Henri Cartier-Bresson cuando escribió: "La técnica es importante solo en la medida en que debe dominarla para comunicar lo que ve ... En cualquier caso, la gente piensa demasiado en las técnicas y no lo suficiente en ver", lo expresó bien.

El principal órgano de la visión es el pensamiento; los ojos obedecen a menudo a nuestras mentes, más que nuestras mentes a nuestros ojos.

Educar la forma, la manera en que pensamos y actuamos depende de muchos factores: el  ambiente familiar de donde provenimos, las experiencias sociales posteriores, la educación técnica adquirida en la enseñanza, el IQ que poseemos, y el estado de desarrollo de nuestra inteligencia y experiencia emocional.

También depende de millones de  continuas percepciones espaciales, perceptivas y sensoriales que forman nuestra mirada estructural, nuestro juicio, nuestra mirada base.

Importa además de como digerimos estas y como discernimos y distinguimos lo válido, lo autentico, lo real de lo trivial…lo no importante, de lo superfluo.

Esto obedece a  los sentimientos establecidos en nuestra mirada perceptiva y de aquello que se constituye en nuestra “consciencia”. De aprender a transformar nuestras emociones en actitudes mentales y a transferirlas a la mente. 

Este no es un curso habitual de "cómo ser un mejor fotógrafo".

Este curso nos lleva a aguas mucho más profundas.  Requiere investigación y compromiso con áreas desconocidas para ti.  Entre otras cosas, pensarás en la “percepción, la inspiración, la sensación y la creatividad” de maneras nuevas y diferentes, que expandirá radicalmente tu pensamiento, visión y práctica fotográfica". 

Además ofrece una nueva forma de fotografiar y una nueva manera de ver.

Ya que la fotografía no es un proceso puramente mecánico. Hay que saber cómo mirar, dónde apuntar la cámara y cuándo presionar el botón, y  estos actos dependen del ojo, la mente y el corazón.

El curso presenta un enfoque de la fotografía que nutre nuestra vida espiritual en lugar de distraernos de ella “ya que nos enseña a cómo” conectarnos “completamente” con la riqueza visual de nuestra experiencia cotidiana ordinaria. Ofrece instrucciones, pensamientos, ejercicios, videos, fotos y tareas fotográficas que forman una introducción completa a la práctica de la fotografía contemplativa, una práctica que se ha elaborado y perfeccionado durante veinticinco años.

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